La ansiedad
QUÉ ES
Un grado de ansiedad razonable da un estado de activación y alerta ante los peligros. Cuando el grado es excesivo y se alarga en el tiempo puede producir desde un bloqueo emocional hasta una enfermedad física.
La ansiedad puede variar en intensidad -desde una inquietud moderada hasta un ataque de pánico- y en duración -desde un momento hasta años.
Algunas situaciones tales como la rotura de una relación, una preocupación por el trabajo o los estudios, una discusión u otras pueden causar estados de ansiedad, preocupación o miedo.
Hay que tener en cuenta que la tolerancia a la ansiedad varía en cada persona. Hay quien ante un examen o una prueba pueden bloquearse y olvidar todo lo que saben, y quien vive esta situación con relativa normalidad y esto les permite utilizar mejor sus capacidades.
CÓMO ME PUEDO SENTIR
Síntomas emocionales
- Irritabilidad y mal humor constantemente.
- Preocupación y sentimiento permanente de que pasará algo malo.
- Hacemos muchas preguntas requiriendo que alguna persona nos tranquilice.
- Nos sentimos molestos o molestas cuando se produce un error o ante un cambio de la rutina.
- Tenemos la necesidad de conseguir y controlar que todas las cosas que hacemos estén perfectas.
- Desánimo y mucha preocupación ante las situaciones cotidianas de la vida.
Síntomas de malestar intenso físico
- Boca seca o dificultad para tragar.
- Aumento de las pulsaciones (el corazón a mil por hora).
- Alteración de la respiración y respiración más rápida.
- Sudor exagerado en manos y axilas.
- Temblores.
- Dolores de estómago o de cabeza.
COM ES PRESENTA
Todo el mundo experimentamos ansiedad en momentos y situaciones de la vida. Hay que diferenciar entre un estado ansioso puntual ante un hecho y un trastorno de ansiedad adverso.
Este último se da en personas de todas las edades y se caracteriza por:
- Ser tan intenso que no nos permite desarrollar nuestras actividades cotidianas con normalidad (trabajo, estudios…).
- Durar un mínimo de 2 semanas.
- Alterar nuestros hábitos de alimentación (aumento o pérdida del apetito), de sueño (insomnio o excesiva somnolencia) u otros.
QUÉ PUEDO HACER
No preocuparme si se trata de una reacción puntual y esporádica, y me he recuperado con cierta rapidez. En este caso se trata de una ansiedad que está dentro de la normalidad y que no necesita ningún tratamiento específico.
Si últimamente o de forma cíclica reacciono desmesuradamente y sufro, o experimento los síntomas descritos en CÓMO SE PRESENTA y está afectando mi rendimiento, debería hablar con personas en las que confío y valorar la posibilidad de pedir ayuda especializada.
Un grado elevado de ansiedad puede llegar a bloquear nuestras capacidades. En cambio, si lo podemos resolver, nos permitirá afrontar mejor los retos de nuestra vida.
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