Adicción a opiáceos (heroína…)
QUÉ ES
Hay una adicción a un opiáceo cuando la relación de una persona con esta droga es de dependencia (se necesita) y perjudicial (los efectos no son los deseados).
Los opiáceos son sustancias químicamente muy adictivas. Después del tabaco, son las drogas que enganchan más. Por ello, y en especial cuando se consumen de manera recreativa (es decir, que no se utilizan en tratamientos como analgésicos -para evitar el dolor) y cuando hay problemas detrás, la mayoría de personas que los utilicen con una cierta regularidad acabarán con una dependencia.
CÓMO ME PUEDO SENTIR
- No puedo controlar el consumo; intento no tomar o hacerlo en menor frecuencia o cantidad, sin conseguirlo.
- Soy consciente de los problemas que me crea al consumo (y de los que provoca en otras personas) pero igualmente sigo tomando.
Además de los problemas propios de la droga, tal vez tenga también otros temas que me preocupen:
- El rechazo que recibo por parte de alguna gente simplemente por ser adicto a las drogas.
- La persecución que sufro por consumir una droga ilegal.
CÓMO PEDIR AYUDA
Para disponer de material de venopunción podemos ir a las farmacias que hacen intercambio de jeringuillas (PIX) o a otros puntos que también tienen el programa.
En caso de una sobredosis hay que llamar al 061 o, si la urgencia es psiquiátrica por los efectos del consumo, ir a urgencias del CAP.
Para entrar en el programa de tratamiento con metadona (desintoxicación o deshabituación) también tenemos que ir al CAS.
Para abandonar el consumo, aunque hay personas que lo hacen por su cuenta, la mayoría de personas adictas a los opiáceos necesitamos ayuda profesional especializada. Aunque podemos explicar nuestro problema al médico o médica de familia del CAP, posiblemente lo que nos irá mejor sea ir a un centro especializado en drogodependencias: el CAS Santa Coloma.
Podemos pedir directamente día y hora de visita en el CAS (no hace falta que nos deriven desde ningún servicio).
CÓMO SE PRESENTA
La física provoca un síndrome de abstinencia cuando se interrumpe el consumo sin ningún tratamiento. Y la psíquica favorece que la persona tenga una adicción y, cuando no está bajo sus efectos, tenga ansiedad y un deseo muy fuerte –y difícil de frenar– de volver a consumir.
Hay una adicción a un opiáceo cuando el día a día de una persona gira alrededor de la sustancia (heroína u otra): conseguir el dinero, buscar la droga, consumir, volver a conseguir el dinero… La persona no siente que controla el consumo sino que es la sustancia la que le controla a ella.
Una dependencia a un opiáceo no tiene porque ser negativa. Por ejemplo, una persona puede depender de la metadona y al mismo tiempo llevar una vida muy normal (ser un padre responsable, trabajar, etc.) o necesitarlo como calmante ante un cáncer.
Cuando la vía de consumo es la inyectada –la manera con más riesgos de consumir la heroína– la persona puede también tener una dependencia a la jeringuilla.
QUÉ PUEDO HACER
- Abandonar totalmente el consumo (abstinencia).
- Sustituir el consumo de una droga ilegal y adulterada (heroína) por una legal, gratuita y controlada: el programa de tratamiento con metadona.
- Consumir en un espacio higiénico con profesionales sanitarios y educativos: las salas de consumo higiénico.
Si buscamos ayuda profesional, la parte más importante para el éxito del tratamiento la tendremos que poner nosotros. Nos pueden ayudar pero el trabajo será nuestro.
Si quiero saber hasta qué punto tengo un problema de manera anónima, puedo llamar a la Línea Verde al tel. 900 900 540.
EL TRATAMIENTO
Allí valorarán nuestro caso, nos harán terapia individual, y nos harán las propuestas más adecuadas en función de qué queremos y podemos hacer.
La desintoxicación (para la dependencia física) la podremos hacer en casa o, cuando sea necesario, en un hospital (Can Ruti u otros).
Para hacer la deshabituación (para la dependencia psicológica) hay muchos recursos. Usaré unos u otros en función de la dependencia que tenga y de mi situación: la terapia, el programa de naloxona (una sustancia que anula los efectos de la heroína) o de metadona, las comunidades terapéuticas, los centros de día y otros.
Si entramos en un programa de metadona, nos la prescribirán (receptarán) desde el CAS y la tendremos que recoger en el propio CAS, en el Bus Intermunicipal de la Metadona o en algunas farmacias.
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